Hoy te quiero contar sobre las calorías. Una obsesión en algunos de los clientes que tengo en la consulta. Cuando hago las sesiones de asesoramiento nutricional, hay clientes que discuten si aquella pauta nutricional se adapta a sus necesidades calóricas, algunas veces me piden si puedo proponerles una dieta más hipocalórica, o ponen cara de sorpresa cuando les sugiero añadir un trozo de aguacate en una ensalada. Seguramente, demasiadas calorías a su entender!
Las calorías a veces son realmente una obsesión. Os muestro algunas reflexiones que me hacen algunos clientes en la consulta: «Hoy he merendado un croissant porque luego he ido a hacer una clase de spinning y allí lo quemo todo». «No como nunca pasta o arroz porque tienen muchas calorías y engordan». «Esto puedo comerlo, no? Sólo lleva 50 Kcal.» Uaauuu!! Y yo les digo: vamos a intentar arreglar ésto!
Primero de todo, quiero hacer hincapié que las calorías de un alimento dependen de la proporción que tenga de macronutrientes, es decir, hidratos de carbono, proteínas y grasas. Y como os he contado antes, parece que el valor calórico de un alimento juega un papel muy importante para la gente que quiere perder o ganar peso. Pero para mi opinión, las calorías sirven de poco!
En primer lugar, creo que «las calorías por si solas» aportan poca información. No podemos guiarnos sólo con el valor calórico para saber si un alimento nos conviene o no. Tampoco para saber si un alimento «engorda o no». Las calorías son un valor más, pero para mí, lo primordial de un alimento es saber cómo se absorbe en nuestro cuerpo, qué papel juega en el metabolismo, cómo lo cocinamos, con qué lo acompañamos…Un alimento muy calórico puede ser una fuente muy rica de vitaminas, minerales, grasas saludables… O por lo contrario, puede traer muchos problemas a nuestra salud. Seguro que ya sabes que 1g de hidrato de carbono aporta 4Kcal. Con esta regla, sería lo mismo comer 100gr de pan blanco, que 100gr de pasta integral, que 100gr de trigo sarraceno? Por supuesto que no!
Te voy a poner varios ejemplos para que lo veas más claro:
-El aguacate.
¿Porqué alimentos tan saludables como el aguacate están prohibidos en algunas dietas de adelgazamiento? ¿O el cacao? ¿O los frutos secos? ¿Porqué son muy calóricos? Pues bien, ¿qué pensarías si te digo que una fruta con un par de nueces «adelgaza» más que una fruta a solas? Si contásemos sólo las calorías veríamos que una fruta sola tiene bastantes menos calorías que la fruta y los frutos secos. Pero lo importante, es saber cómo asimilamos los alimentos que comemos. Cuando consumes la fruta con los frutos secos, éstos gracias a la grasa y a la fibra que contienen, se encargan de retardar la entrada de fructosa en la sangre, hecho muy beneficioso para que las células no almacenen este azúcar en forma de grasa, sino de dar tiempo a que sea utilizado para otros fines.
-Otros alimentos ricos en grasa.
Se sabe que la grasa nos aporta 9Kcal por gramo. Por lo tanto, ¿podríamos poner en el mismo saco la mantequilla, el cacao, el aguacate, el aceite de oliva, girasol o palma? Por supuesto que no! Hay grasas que nos convienen y son muy saludables, y hay grasas que tendríamos que eliminarlas de nuestra alimentación o consumirlas de manera muy esporádica. El aguacate, por ejemplo, es una buena fuente de omegas 6, entre muchas otras cosas. El cacao lleva muchos antioxidantes que retardan el envejecimiento. El aceite de oliva virgen nos aporta grasas que ayudan a mantener los niveles de colesterol HDL. Además te voy a contar un secreto de las grasas… Si las reduces muchísimo en tu alimentación, vas a empeorar tu tránsito intestinal, ya que lubrican las paredes de tu intestino. Por lo tanto, consume grasas a diario, pero que sean de calidad y en las cantidades recomendadas.
-Sacarina y aspartamo.
Cafés, zumos de fruta caseros, yogures… Los endulzas? Podemos hacerlo con muchos productos: calóricos y acalóricos. ¿Porqué un edulcorante artificial se asocia a perder peso? ¿Porqué no aporta calorías? Existen otros edulcorantes naturales que son mucho más saludables, aunque sean calóricos! Evidentemente, no me refiero al azúcar blanco sino a edulcorantes de calidad como la miel cruda, el azúcar de coco, el azúcar integral de caña, el sirope de arce… Está claro que no se pueden consumir en grandes cantidades pero yo me pregunto…¿Porqué se consume antes la sacarina o el aspartamo que un edulcorante de este tipo? Pues ahí salen otra vez las calorías! Decirte pues, que es un gran error ya que se ha visto que los edulcorantes artificiales pueden causar problemas metabólicos, cardíacos y de hipertensión. Y también conllevan otro problema importante: cuando hay un consumo de alimentos dulces pero sin aporte de glucosa hay un desajuste en el metabolismo, de manera que el cerebro no recibe la orden de saciedad, la orden de satisfacción por la ingesta de dulce y ésto nos lleva a consumir más alimentos ricos en azúcares.
Por lo tanto, como mensaje final, yo te diría que no mires las calorías en las etiquetas, sino que tengas mucha más inquietud para conocer los beneficios que te aportan los alimentos, qué ingredientes están en una etiqueta, qué técnicas de cocción utilizar y cómo combinar distintos alimentos en un plato. También que conozcas en qué momento del día es mejor tomar un determinado alimento según tu ritmo de vida. Y sobretodo, sobretodo…Antes de suprimir o añadir cualquier alimento en tu dieta diaria, te recomiendo que pidas asesoramiento nutricional!