¿Puedo consumir agua del grifo? ¿O es mejor la embotellada? En el caso de beberla embotellada, ¿te has preguntado el porqué? ¿Quizás por el sabor? ¿O los motivos van más allá?
Vamos a reflexionar un poco sobre ello.
En primer lugar, debemos tener en cuenta que el agua del grifo es totalmente segura. Se analiza en todos los puntos de suministro y es depurada. Generalmente, se desinfecta con ozono o cloro, siendo este último el más habitual por presentar una serie de ventajas respeto a otros.
También debemos tener presente que todas las aguas tienen un sabor distinto. Nos acostumbramos a una determinada marca en el caso de consumirla embotellada, y nos parece rara (incluso mala) cuando cambiamos de marca o cuando la bebemos directamente del grifo.
Pero me gustaría exponerte las principales dudas que surgen a la hora de consumir agua del grifo.
¿Qué pasa con el cloro?
Es cierto que el cloro puede dar lugar a unos compuestos potencialmente cancerígenos llamados trihalometanos (THM) y estos han sido asociados a un 5% de los tumores de vejiga en Europa. ¡Y ahí quizás viene tu preocupación!
En primer lugar, déjame decirte que los niveles que se han encontrado de THM en el agua del grifo en España son muy inferiores a los niveles máximos permitidos (28,8 microgramos por litro frente a los 100 máximos establecidos por el Reglamento Europeo). En segundo lugar, el tipo de estudio realizado se sitúa en la parte inferior de la pirámide de evidencias científicas, no tratándose pues de un estudio sólido.
De todos modos, si esto te sigue preocupando, puedes llenar tu botella con agua del grifo y dejarla reposar (sin tapón) durante unos 20 minutos. Con esto, te aseguras que los THM disminuyan aun más. Con esto también vas a conseguir que el sabor del agua mejore (si esto es un impedimento para ti) y si después de todo esto, sigues sin acostumbrarte a su sabor, puedes añadir unas hojas de menta o gajos de limón.
¿Y qué pasa con el calcio?
Otra preocupación que nos surge con el agua del grifo es que solemos creer que disponemos de aguas duras, más ricas en calcio, atribuyéndolas a un mayor riesgo de sufrir cálculos renales. Referente a esto, la Asociación Española de Urología declara que no existe ninguna evidencia científica que relacione una mayor aparición de cálculos renales o un deterioro de la función renal por consumir aguas mineralizadas. Solo quizás las personas que ya han tenido varios episodios de cálculos renales deberían evitar consumirla del grifo.
Así pues ¿porqué motivo evitamos consumir agua del grifo por ser rica en calcio y magnesio, y en algunos casos tomamos pastillas de calcio y magnesio para fortalecer nuestros huesos? No tiene mucho sentido, ¿verdad?
Por otro lado, ¿Porqué no se puede consumir en los restaurantes agua del grifo gratuitamente como en Estados Unidos?
Mi conclusión
Consumir agua del grifo no repercute para nada en nuestra salud, además de presentar muchas otras ventajas respecto el agua embotellada: el precio y el impacto ambiental.
Personalmente hace unos años decidí dejar de comprar agua embotellada y me pasé a la del grifo.
¿Qué me dices? ¿Te unes conmigo a consumir agua del grifo?