Esta pizza hecha a la sartén fue, para mí, un gran descubrimiento. Es genial porque sienta de maravilla, se prepara en un momento y está muy, muy rica.
La pizza es un alimento muy socorrido, sobretodo los viernes por la noche, cuando cocinar no está en la lista de cosas preferentes y que además nos da muchísima pereza porque ya estamos cansados de todo el trote semanal. Además, es muy fácil recurrir a las pizzas ya elaboradas o de las congeladas. ¡Sólo tenemos que abrir el envase, calentar el horno y cena lista en unos minutos! Es por este motivo que quiero mostrarte una alternativa más saludable, igual de rápida, sin ensuciar y que a la vez, siga siendo un capricho para tu paladar.
La base de esta pizza está elaborada básicamente con huevo y harina de garbanzos y no hace falta ponerla al horno para cocerla. En una misma sartén cueces la base y también el relleno. ¿Verdad que es perfecto? Además de estar buenísima claro.
Tengo que deciros también que al no llevar gluten sienta de maravilla. Puedes tomarla perfectamente por la noche. A diferencia de cuando voy alguna vez a tomar pizza en un restaurante, ésta se digiere súper bien y no te sientes hinchada. No sé si a ti te ha pasado alguna vez, pero a mí a veces me ocurre con las pizzas convencionales.
Y ahora te cuento la gran ventaja de esta pizza cocida a la sartén. Sólo vas a tardar entre 8 y 10 minutos en tenerla lista. O sea que ésto te permite prepararla en un momento, en una cena improvisada e incluso para desayunar. Ya sea para ti o para los peques de la familia.
Así pues, en el vídeo puedes ver cómo prepararla, todos los ingredientes y todos los truquillos para que te salga perfecta.
INGREDIENTES PARA LA BASE DE LA PIZZA
A parte del vídeo, te dejo los ingredientes anotados. Los vas a necesitar para preparar una base de unos 30 cm de diámetro.
- 2 huevos.
- 80gr de harina de garbanzos.
- 60ml de agua.
- 2 cucharadas de aceite de oliva virgen.
- Orégano.
- Una pizca de sal.
¡Buen provecho!